FRED ASTAIRE
El mejor y más elegante
bailarín cinematográfico de todos los tiempos, protagonista de maravillosas
películas que ejemplifican a la perfección el glamour y la sofisticación del
cine de los años 30. Frederick Austerlitz nació
el 10 de mayo del año 1899 en la ciudad de Omaha, Nebraska, hijo de una familia
austriaca que había emigrado de su país natal a los Estados Unidos.
Desde su más temprana
edad, Fred Astaire demostró su talento para la danza, asombrando al público en
las actuaciones escolares cuando apenas contaba cuatro años. En su adolescencia
debutó profesionalmente en el mundo del cabaret y el music-hall tras
perfeccionar sus dotes como bailarín y coreógrafo en la Alvien School of Dance. Con posterioridad, dio el
gran salto a las tablas de Broadway. Su pareja en esta primera época fue su
hermana Adele. Con Adele, Fred Astaire
acumuló éxito tras éxito, convirtiéndose en uno de los dúos de baile más
famosos entre los aficionados a la comedia musical. Uno de sus admiradores fue
el aristócrata británico Lord Charles Cavendish, con quien Adele se casó en
1931, abandonando definitivamente el mundo de la danza. Ante
este contratiempo, Fred decidió probar fortuna en Hollywood. Antes de ello,
hizo lo mismo que su hermana y se casó en 1932 con Phyllis Livingston Potter. A pesar de que los
resultados de su test cinematográfico: “No sabe actuar, no sabe cantar, está un
poco calvo, sabe bailar un poquitín”, no presagiaban un halagüeño futuro en el
séptimo arte, Astaire consiguió debutar en un papel secundario en la película
protagonizada por Joan Crawford y Clark Gable Alma de bailarina (1932) de
Robert Z. Leonard.
El año siguiente hizo pareja
por primera vez con una rubia actriz llamada Ginger Rogers en el film Volando
hacia Río de Janeiro (1933), que contaba con el protagonismo estelar de
Dolores del Río. Astaire y Rogers aparecieron en el citado título como actores
secundarios, pero su número musical llamó la atención tanto al público que la
RKO les propuso encabezar el reparto de su producción La alegre divorciada
(1934) dirigida por su (posteriormente) habitual Mark Sandrich. En el film,
Fred interpretó a un bailarín estadounidense llamado Guy Holden que se
encuentra de gira por Europa. En Londres, acompañado por Edward Everett Horton,
se enamora de una Ginger en proceso de divorcio. Fred y Ginger harían
disfrutar a la audiencia mundial en la década de los 30 con nueve delicias vía
RKO: además de las dos citadas, Sombrero de copa (1935), uno de sus títulos
más conocidos dirigido también por Sandrich y de nuevo con Edward Everett Horton
como secundario, Roberta (1935) de William Seiter, Sigamos la flota (1936)
de Mark Sandrich, En alas de la danza (Swing time) (1936), película de George
Stevens en la que interpretó al bailarín y cantante John “Lucky” Garnett,
Ritmo loco (1937) de Mark Sandrich, Amanda (1938), filme con Sandrich en la
dirección en la que Astaire interpretó a un psiquiatra contratado por Ralph
Bellamy para que Ginger se case con él, y La historia de Irene Castle (1939),
dirigida por H.C. Potter.
En este decenio, Fred Astaire sólo intervino en una
película que no tuviera a Ginger como partenaire: Señorita en desgracia (1937) de George Stevens, un filme co-protagonizado por Joan Fontaine. Justo
al comienzo de los años 40, el gran Fred decidió romper la pareja que tantos
éxitos le había ofrecido y durante esos años protagonizó con diversas actrices
otros magníficos trabajos. Con Eleanor Powell intervino en La nueva melodía de Broadway (1940) de Norman Taurog; con Paulette Goddard en Al fin solos
(1940), comedia musical de H.C. Potter con Burgess Meredith como triángulo
amoroso en un ambiente universitario; con Rita Hayworth en Desde aquel beso
(1941) de Sydney Lanfield y Bailando nace el amor (1942) de William Seiter;
con Joan Leslie en El límite es el cielo (1943); o con Lucille Bremer en
Yolanda y el ladrón (1945) de Vincente Minnelli. Junto al popular cantante
Bing Crosby también apareció en dos exitosos títulos: Holiday Inn (1942) de
Mark Sandrich y Cielo azul (1946) de Stuart Heisler. A mitad de década, Fred se
retiró brevemente para dedicarse a la enseñanza del baile, pero regresó con el
film de Charles Walters Desfile de pascua (1948) con Judy Garland y con su pareja
de antaño Ginger Rogers en Vuelve a mi (1949), también dirigidos por el
especialista Walters. Convertido en mito
viviente.
Fred Astaire nunca dejó de trabajar en el cine hasta cerca de su
muerte, siendo las mejores películas en sus últimas décadas Bodas reales
(1951) con Jane Powell, Melodías de Broadway (1953) con Cyd Charisse, Papá piernas largas (1955) con Leslie Caron, Una cara con ángel (1957) con Audrey
Hepburn, La bella de Moscú (1957) con Cyd Charisse, Su grata compañía (1961) con Debbie Reynolds y El valle del arco iris (1968) con
Petula Clark.También se atrevió con
papeles dramáticos en filmes como La hora final(1959) de Stanley Kramer o El coloso en llamas (1974) de John Guillermin e Irvin Allen, película por la que
fue nominado al Oscar como mejor actor secundario. Su carrera cinematográfica
tocó a su fin con el film de terror Historia macabra (1981).Tiempo atrás, por su
extraordinaria contribución al mundo del espectáculo, Fred Astaire fue
recompensado en 1949 con un merecido Oscar honorífico. En el año 1954 había
quedado viudo de su primera esposa, contrayendo matrimonio por segunda vez con
la amazona Robyn Smith en 1980, a la que dejó viuda el 22 de junio de 1987
cuando murió en su hogar de Los Angeles. Tenía 88 años de edd. Está enterrado en el
Oakwood Memorial Park de Los Ángeles. Con Phyllis tuvo dos
hijos: Fred Jr. (nacido en 1936) y Ava (1942).
CARTELES de las películas mencionadas:
Fuente: alohacriticon.com
Imagen: pinterest.com
Carteles películas: todocoleccion.net
Comentarios
Publicar un comentario