Su
padre DeForest Bogart era un importante cirujano y su madre Maud era una
conocida ilustradora de revistas. En
principio el deseo de sus padres era que estudiase Medicina, pero su mal
comportamiento en la escuela provocó su expulsión de la Academia Phillips y su
ingreso en la marina estadounidense. Cuando
estaba luchando en la Primera Guerra Mundial, Bogart sufrió un accidente en una
embarcación que dejó paralizado su labio superior, convirtiendo esta tara
física en una significativa manera de hablar. Después
de concluir la Gran Guerra, Bogart regresó a la Gran Manzana y comenzó su
carrera como actor teatral junto a William S. Brady. Tras
pasar por Broadway sin demasiado éxito, se trasladó a Hollywood para intentar
buscar fortuna en el cine, consiguiendo debutar en un corto musical llamado
“Broadway’s Like That” (1930), al que siguieron películas como El
conquistador (1930), filme protagonizado por Victor McLaglen, o Río Arriba (1930), una comedia carcelaria dirigida por John Ford.

Su
clásica tipología de duro se estableció en esos años 30, cuando protagonizó
para la Warner un buen número de títulos en los que la psicología de sus
caracteres venía definida por una actitud inclemente, raramente imperturbable. Entre
ellos, películas como Balas o votos (1936), filme de William Keighley co-protagonizado
por Edward G. Robinson; El bosque petrificado, (1936), un film de Archie Mayo
en el que también intervinieron Bette Davis y Leslie Howard y en el que Bogie,
en un papel secundario, interpretó a un criminal llamado Duke Mantee; Calle sin
salida (1937), película dirigida por William Wyler; Kid Galahad (1937),
cinta con Edward G. Robinson como mánager de boxeo; La mujer marcada (1937)
de Lloyd Bacon y con Bette Davis; El sorprendente Dr. Clitterhouse (1938), un
curioso y magnífico título dirigido por Anatole Litvak en el que compartió
créditos de nuevo con Edward G. Robinson; Ángeles con caras sucias (1938) de
Michael Curtiz y con James Cagney y Pat O’Brien como compañeros de reparto; o Los violentos años veinte (1939), filme dirigido por Raoul Walsh que estaba
protagonizado por Cagney.

Humphrey
Bogart era un actor muy socorrido para la Warner, pero su status distaba mucho
de ser una gran estrella de Hollywood. Los
años 40 comenzaron como acabaron los 30, mostrando a Bogie de gángster en El
hermano orquídea (1940) de Lloyd Bacon. Antes
de protagonizar los dos títulos que le elevaron al estrellato, Bogart apareció
en La pasión ciega (1940), una película dirigida por un gran director, Raoul
Walsh, en la que interpretó a un transportista hermano de George Raft. Con
Walsh protagonizó también El último refugio (1941), espléndido título que se
convirtió en uno de los trabajos más aclamados del actor neoyorquino,
aclamación confirmada por su protagonismo en el debut como director de John
Huston, El halcón maltés (1941), filme en el que interpretó al detective Sam
Spade, personaje literario creado por Dashiell Hammett. A partir de este
período, Humphrey Bogart se convirtió en uno de los grandes iconos del cine. Al
año siguiente, Casablanca (1942) de Michael Curtiz haría de él un ídolo y un
mito para todas las generaciones cinéfilas. En el filme interpretó el personaje
de Rick Blaine y compartió protagonismo con Ingrid Bergman y Claude Rains.

Con
Rains y Michael Curtiz volvió a coincidir en Pasaje para Marsella (1944),
película antinazi en la que Bogart se convirtió en un periodista francés. La
cantidad de magistrales títulos que Humphrey Bogart protagonizó en la década de
los 40 es abrumadora: Sahara (1943) de Zoltan Korda, Tener y no tener (1944), título clave de Howard Hawks, que le sirvió para conocer al amor de su
vida, Lauren Bacall, Retorno al abismo (1945), subestimado thriller
psicológico co-protagonizado por Alexis Smith, El sueño eterno (1946),
también dirigido por Hawks, La senda tenebrosa (1947), película de Delmer
Daves co-protagonizada por Lauren Bacall en la que cambiaba de rostro (en la
ficción) tras una operación de cirugía estética, Callejón sin salida (1947)
de John Cromwell,Cayo Largo (1948) de John Huston, El tesoro de Sierra Madre (1948), de nuevo con Huston, o Llamad a cualquier puerta (1949), drama
social y judicial co-protagonizado por John Derek y dirigido por Nicholas Ray.

Afable,
amante del deporte, independiente (había montado su propia productora llamada
Santana Pictures) y comprometido (fue uno de los principales impulsores de la
protesta en Washington contra la Caza de Brujas), Bogie era también una
celebridad y un personaje muy querido fuera de la pantalla. Si
los años cuarenta fueron buenos para su carrera cinematográfica, los cincuenta
continuaron por la misma senda. En un lugar solitario (1950) de Nicholas Ray; La reina de África (1951), cinta
de aventuras dirigida por su amigo John Huston con el acompañamiento de
Katharine Hepburn; Sin conciencia (1951), filme en el que interpretó a un
fiscal investigando a un peligroso criminal; El cuarto poder (1952), una
historia sobre periodismo firmada por Richard Brooks; La condesa descalza (1954), película con Ava Gardner dirigida por John L. Mankiewicz; La burla del diablo (1954) de John Huston; El motin del Caine (1954), título dirigido por
Edward Dmytryk; Sabrina (1954), película de Billy Wilder en la que compartió
protagonismo con Audrey Hepburn y William Holden; Horas desesperadas (1955)
de William Wyler; o su último film, la obra maestra de Mark Robson ambientada
en el mundo del boxeo Más dura será la caída (1956), fueron algunos de los
últimos títulos de una filmografía extraordinaria.

En este período también protagonizó junto a Peter Ustinov la comedia dirigida por
Michael Curtiz No somos ángeles (1955), en la que interpretó a un preso
escapado de la Isla del Diablo. Por
su actuación en La reina de África (1951), Humphrey Bogart logró el Oscar el
mejor actor protagonista, teniendo como compañeros de nominación a Montgomery
Clift por “Un lugar en el sol”, Marlon Brando por “Un tranvía llamado deseo deseo”,
Fredric March por “Muerte de un viajante” y Arthur Kennedy por “Nuevo
amanecer”. Su
última nominación al Oscar fue por El motín del Caine, consiguiendo el premio
Marlon Brando por “La ley del silencio”. Aunque
se casó en cuatro ocasiones, la mujer más importante para Bogey siempre fue
Lauren Bacall (casi veinticinco años menor que Humphrey Bogart, nacida en
1924), con la que contrajo matrimonio en el año 1945. La
pareja tuvo dos hijos: un varón llamado Stephen Humphrey (nacido el año 1949) y
una mujer de nombre Leslie (1952). Antes
de casarse con Lauren, Bogart había estado casado con las actrices Helen
Menken, Mary Phillips y Mayo Methot. Bogie
falleció el 14 de enero de 1957 en Hollywood a causa de un cáncer de garganta. Tenía
57 años de edad. Está
enterrado en el Forest Lawn Memorial Park de Glendale, Los Angeles.
CARTELES de las películas mencionadas:
Fuente: alohacriticon.com
Fotografía: twitter.com
Carteles películas: filmaffinity.com/toocoleccion.net/amazon.es
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