JAMES CAGNEY
Uno de los grandes actores del cine clásico, James Francis Cagney Jr. nació el 17 de julio del año 1899 en la ciudad de Nueva York (Estados Unidos) en el seno de una humilde familia de inmigrantes irlandeses y noruegos, siendo su madre Carolyn su principal sustento emocional.
En 1918, cuando
Cagney estaba estudiando Arte en la Universidad de Columbia, su padre falleció,
lo que le obligó, para ayudar económicamente a su familia, a abandonar sus
estudios y trabajar en diversos oficios antes de iniciar su carrera como actor
en el mundo del vodevil, curiosamente interpretando un personaje femenino. Tras
debutar a mediados de los años 20 en el teatro de Broadway, protagonizando
principalmente comedias musicales, James Cagney consiguió firmar un contrato
con la Warner Bros, estudio cinematográfico con el que se le identificaría de
por vida a partir de la década de los 30. Su primera incursión
cinematográfica fue en la película Sinner’s holiday (1930), pero su primer
papel significativo vino con El enemigo público (1931), un filme dirigido por
William Wellman y co-protagonizado por Jean Harlow en el que Cagney afianzó su
acerada imagen de gángster. Los registros
interpretativos de este gran actor se expandían mucho más allá del estereotipo
de mafioso, protagonizando musicales como Desfile de candilejas de
Lloyd Bacon y Busby Berkeley, o divertidas comedias como El guapo (1933) de
Roy del Ruth o Ha entrado un fotógrafo (1933), película dirigida también por
Bacon.
Con títulos como los
citados, James Cagney se convirtió en una de las máximas estrellas del cine de
los años 30, decenio en el que trabajó a destajo, muchas veces acompañado por
Pat O’Brien, con quien coincidió en películas como Aguilas heroicas (1935) o
Ángeles con caras sucias (1938), filme de Michael Curtiz en el que también
aparecía Humphrey Bogart. Por esta película logró su primera nominación al
Oscar al mejor actor. La estatuilla fue
para Spencer Tracy por “Forja De Hombres”. La década continuó con magníficas películas como Contra el imperio del crimen (1935) de William Keighley, una curiosa adaptación de la comedia de
William Shakespeare “El sueño de una noche de verano” (1935) dirigida por
William Dieterle y Max Reinhardt, El chico de Oklahoma (1939), respetable
western realizado por Lloyd Bacon o la espléndida Los violentos años 20 (1939),
filme dirigido por Raoul Walsh en el que James encarnó a Eddie Bartlett junto a
Bogart y Priscilla Lane. Los años 40
comenzaron de forma inmejorable para Cagney protagonizando Ciudad de conquista (1940) un título de boxeo de Anatole Litvak, Zona tórrida (1940) de
William Keighley.
Más tarde encabezó el
reparto del estimable musical de Michael Curtiz Yanqui dandy (1942), película
por la que James Cagney consiguió el Oscar al mejor actor compitiendo por el
premio con Ronald Colman por “Niebla en el pasado”, Gary Cooper por “El orgullo
de los yanquees”, Walter Pidgeon por “La señora Miniver” y Monty Wooley por
“The pied piper”. Poco
después de este éxito, James Cagney abandonó la Warner al no llegar a un
acuerdo salarial y fundó una productora independiente llamada Cagney
Productions. Esta aventura terminó
en fracaso, teniendo que regresar a su antiguo estudio para protagonizar bajo
las órdenes de Raoul Walsh y el acompañamiento de Virginia Mayo y Edmond
O’Brien la obra maestra Al rojo vivo (1949), película de
gángsters en la que interpretó el personaje de Cody Garrett. La década de los 50
contó igualmente con buenos títulos como Un león en las calles (1953) de
Walsh, Quiéreme o déjame (1955) de Charles Vidor, Escala en Hawai (1955) de
John Ford y Mervyn Leroy, El hombre de las mil caras (1957), biopic de Lon
Chaney que dirigió Joseph Pevney. y Luces de rebeldía (1959), un título de
Michael Anderson.
Cagney también tuvo tiempo para dirigir una floja película
denominada Atajo al infierno (1957). Por su interpretación en Quiéreme o
déjame” (1955) volvió a ser nominado al Oscar, siendo el ganador de esa edición
Ernest Borgnine por “Marty”. Después de
protagonizar la gran película de Billy Wilder, Uno, dos, tres (1961), una
sátira política en el Berlín de tiempos de la Guerra Fría, James Cagney tomó la
decisión de retirarse del cine, regresando de manera sorprendente en los años
80 con Ragtime (1981), una película dirigida por Milos Forman. En Ragtime también
intervino Pat O’Brien, su eterno compañero en tantas películas de los años 30. James Cagney falleció
el 30 de marzo de 1986 en Nueva York dejando viuda a su única esposa, Frances
Vernon (nacida en 1899), con la que se había casado en 1922. Tenía 86 años de
edad. Tuvo dos hijos
adoptados, James y Cathleen.
CARTELES de las películas mencionadas:
Fuente: alohacriticon.com
Imagen: pinterest.com
Carteles películas:
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