BURT LANCASTER
Identificado por lo general con personajes aventureros, Burt Lancaster protagonizó todo tipo de géneros cinematográficos, convirtiéndose en una de las principales estrellas de todos los tiempos gracias a su extensa carrera.
Burton Stephen
Lancaster nació el 2 de noviembre de 1913 en Nueva York (Estados Unidos), hijo
de un cartero y de una ama de casa. Gracias a su físico
atlético, Burt se unió a un espectáculo circense. Allí coincidió con su
amigo Nick Cravat y su primera esposa June Ernst, mostrando sus óptimas
aptitudes acrobáticas que con posterioridad exhibió en parte de sus actuaciones
cinematográficas. En
1935 contrajo matrimonio con la citada June Ernest, unos años antes de
incorporarse al ejército para acudir a la Segunda Guerra Mundial, época en la
que comenzó a aficionarse a la interpretación actuando para sus colegas de
uniforme. Tras el conflicto
bélico, Burt logró debutar en el cine protagonizando Forajidos (1946), una
obra maestra del cine negro dirigida por Robert Siodmak y co-protagonizada por
Ava Gardner en la interpretó el personaje de Ole Anderson. El mismo año de su
debut se divorció de June Ernst y se casó con la actriz Norma Anderson.
De carácter
independiente, Burt no se dejó manejar por los magnates de la industria de
Hollywood. En 1948 fundó junto a
Harold Hetch su propia productora, Norma Productions, que se rebautizó como
Hetch-Hill-Lancaster cuando se incorporó James Hill a la empresa. Antes del fin de la
década Burt protagonizó películas como Fuerza bruta (1947) de Jules Dassin,
Todos eran mis hijos (1948) de Irving Reis, Voces de muerte (1948) de Anatole
Litvak, El abrazo de la muerte (1949), filme de Robert Siodmak en el que, en el
papel de Steve Thompson, planeaba el robo del furgón blindado que conducía
junto a Yvonne de Carlo y Dan Duryea, o Soga de arena (1949), cinta dirigida
por William Dieterle. Los
años 50 consagraron a Lancaster como una de las principales figuras de
Hollywood gracias a títulos como El halcón y la flecha (1950), aventuras en
Lombardía como el rebelde Dardo y dirección de Jacques Tourneur; Vuelve pequeña Sheba (1952) de Daniel Mann; El temible burlón (1953) otra colaboración
con Siodmak que le convirtió en el pirata Vallo haciendo de las suyas por el
Mar Caribe; De aquí a la eternidad (1953) de Fred Zinnemann, película
ambientada en Pearl Harbor en la que interpretó al sargento Milton Warden;
Apache (1954), western de Robert Aldrich; Veracruz (1954) con Aldrich en la
dirección de nuevo encarnando a un bandido aliado en México con Gary Cooper;
La rosa tatuada (1955) de Daniel Mann; El farsante (1956), película de
Joseph Anthony en la que interpretó a un embaucador llamado Starbuck al lado de
Katharine Hepburn; Trapecio (1956) de Carol Reed; Duelo de titanes (1957),
western de John Sturges que protagonizó junto a su amigo Kirk Douglas
encarnando a Wyatt Earp; Chantaje en Broadway (1957), cinta de Alexander
Mackendrick en la que, interpretando a un poderoso y amoral articulista
neoyorquino, compartió protagonismo con Tony Curtis; Torpedo (1958) de Robert
Wise; Mesas separadas (1958) de Delbert Mann; o El discípulo del diablo
(1959) de Guy Hamilton. El actor de amplia y
atractiva sonrisa consiguió su primera nominación al Oscar gracias a su papel
en De aquí a la eternidad. En los años 50 también
se atrevió con la dirección con El hombre de Kentucky (1955), repitiendo tal
tarea dos décadas después con El hombre de la medianoche (1974).
Al
margen de su faceta como actor y director, Burt triunfó como productor, en
especial con “Marty” (1955), un drama dirigido por Delmer Daves y protagonizado
por Ernest Borgnine. Con El fuego y la palabra (1960) de Richard Brooks, Burt consiguió su único Oscar al mejor actor. Los que no perdonan
(1960) de John Huston; Vencedores o vencidos (1961) de Stanley Kramer; Los jóvenes salvajes (1961) de John
Frankenheimer, volvieron a ofrecer interpretaciones memorables del intérprete
neoyorquino. Con Frankenheimer,
director de Los jóvenes salvajes, Burt inició una asociación artística que
prosiguió con El hombre de Alcatra (1962), película por la que fue nominado
al Oscar, Siete días de mayo (1964), El tren (1965) y Los temerarios del aire (1969). En este período fue
dirigido por Sydney Pollack en el western Camino de la venganza (1968). Además de sus trabajos
con Frankenheimer, Lancaster protagonizó películas destacadas durante los años
60 y 70, como Ángeles sin paraíso (1963) de John Cassavettes, El gatopardo (1963) de Luchino Visconti, El último de la lista (1963) de John Huston, el
western cómico con Lee Remick La batalla de las colinas del whisky (1965),
Los profesionales (1966), un gran western de Richard Brooks,
El nadador (1968) de
Frank Perry, En nombre de la ley (1971) de Michael Winner, La venganza de Ulzana (1972) de Aldrich, Scorpio (1973), o Novecento (1977), filme histórico dirigido por Bernardo Bertolucci. Había sido dirigido anteriormente por Luchino Visconti en Confidencias (1974), drama en el que Burt era un
estadounidense en Roma que alquilaba un piso a una marquesa interpretada por
Silvana Mangano. En la última etapa de
su carrera profesional intervino en excelentes películas como Atlantic City (1980) de Louis Malle, cinta por la que obtuvo su última nominación al Oscar, o
la británica Un tipo genial (1983), título dirigido por Bill Forsyth. Aquejado de problemas
de salud, Lancaster se retiró del mundo del cine (su último filme fue Campo de sueños estrenado en 1989), falleciendo el 20 de octubre de 1994 en California. Está enterrado en el
Westwood Memorial Park de Los Ángeles. Tenía 80 años y tres
años antes se había casado con la productora de televisión Susan Martin tras su
divorcio con Norma Anderson en 1969. Con esta última tuvo a
sus cinco hijos: Bill, James, Susan, Joanna y Sighle.
CARTELES de las películas mencionadas:
Fuente: alohacriticon.com
Imagen: pinterest.com
Carteles películas: filmaffinity.com/todocoleccion.net/amazon.es/sensacine.com
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