ROBERT MITCHUM

 


Robert Charles Durman Mitchum nació el 6 de agosto del año 1917 en la localidad estadounidense de Bridgeport, Connecticut.

El pequeño Bob pronto quedó huérfano de padre, un trabajador del ferrocarril llamado James que falleció a causa de un accidente laboral cuando Mitchum solamente contaba con dos años de edad. Su madre Ann, que estaba embarazada de su tercer hijo, se casó de nuevo con un hombre aficionado a la bebida que terminó por abandonar a su esposa y a sus hijastros poco después de contraer matrimonio. Robert Mitchum, en su niñez y adolescencia, fue un muchacho muy independiente, solitario, bastante conflictivo, amante de la lectura y poco obediente en el colegio. Después de escapar de casa a los catorce años de edad, y vagabundear por diferentes Estados norteamericanos, fue llevado a un tribunal de menores. La sentencia le llevó a una reclusión en un reformatorio del que Bob terminó huyendo para unirse con su madre en la ciudad de Nueva York. Después de trabajar como mecánico, Mitchum dejó Connecticut para trasladarse a Long Beach, en California. Allí consiguió un empleo en la Lockheed Aircraft al mismo tiempo que iniciaba su carrera como actor junto a su hermana en un grupo de teatro llamado Players Guild. Por esa época conoció a Dorothy Spence (nacida en 1919), con quien se casó en el año 1940. A comienzos de la década de los 40 debutó como intérprete cinematográfico en producciones de bajo presupuesto, como Aerial gunner (1943), un drama bélico dirigido por William H. Pine.

En estos primeros filmes casi siempre estaba acreditado como Bob Mitchum. Su primera impronta destacada en Hollywood se produjo al intervenir en También somos seres humanos (1945), un filme dirigido por William Wellman por el que fue nominado al Oscar como mejor actor secundario. La estatuilla fue a parar a manos de James Dunn por su interpretación en la película “Lazos humanos”. A raíz de esta nominación, Robert Mitchum se convirtió en una de las principales estrellas de Hollywood, tanto por su gran talento como actor como por su magnética presencia física. Estupendas películas de cine negro como Encrucijada de odios (1947) de Edward Dmytryk; Retorno al pasado (1947), cinta de Jacques Tourneur basada en una novela de Geoffrey Holmes (Daniel Mainwaring) en la que compartió protagonismo con Jane Greer; o El gran robo (1949), película dirigida por Don Siegel que le volvió a emparejar con Jane Greer; y estimables westerns, como Perseguido (1947) de Raoul Walsh o Sangre en la luna (1948) de Robert Wise, fueron los géneros en los que más destacó Mitchum en esta primera etapa de su trayectoria artística. También en este período coincidió en los créditos con Katharine Hepburn y Robert Taylor en Corrientes ocultas (1946), película dirigida por Vincente Minnelli.

La década de los 50 corroboró el estatus estelar del intérprete de Connecticut con títulos como Las fronteras del crimen (1951), película de John Farrow co-protagonizada por Jane Russell y Vincent Price; El soborno (1951), una cinta de cine negro muy poco conocida dirigida de nuevo por Farrow con Robert Ryan y Lizabeth Scott en el reparto; Hombres errantes (1952), una historia ambientada en el mundo del rodeo firmada por Nicholas Ray; Perseguida (1953), film RKO rodado en México y en 3D en el que Mitchum es un boxeador junto a Linda Darnell y Jack Palance; Río sin retorno (1954), filme de Otto Preminger en el que apareció junto a Marilyn Monroe: No serás un extraño (1955), dirigida por Stanley Kramer; Bandido (1956), western ambientado en México y realizado por Richard Fleischer en el que interpretó a un mercenario en la Revolución; Sólo Dios lo sabe (1957), junto a Deborah Kerr y con dirección de John Huston y, sobre todo, La noche del cazador (1955), fascinante película dirigida por el gran actor Charles Laughton en la que Robert interpretó el personaje de Harry Powell.

En los años 60 pudimos verlo en títulos como Página en blanco (1960), divertida comedia de Stanley Donen con un reparto extraordinario que incluye a Cary Grant o a Deborah Kerr, o el meritorio melodrama de Vincente Minnelli, basado en una novela de William Humphrey, Con él llegó el escándalo (1960), co-protagonizado por Eleanor Parker. El mismo año estrenó 3 vidas errantes (1960), un filme dirigido por Fred Zinnemann. Otras películas de interés en este periodo son El cabo del terror (1962) de J. L. Thompson, la superproducción bélica El día más largo (1962), El Dorado (1967), western de Howard Hawks, o Ceremonia secreta (1968), película dirigida por Joseph Losey. Su vida pública resultó bastante movida, ya que a pesar de no separarse nunca de Dorothy Spence, Mitchum mantuvo bastantes "affaires" amorosos con mujeres tan diversas como Lucille Ball, Carrol Baker, Gloria Grahame, Marilyn Monroe, Rita Hayworth o Ava Gardner. También fue involucrado en escándalos derivados de posesión y consumo de drogas.

Bob continuó trabajando en la gran pantalla con bastante regularidad hasta su muerte, interviniendo en la película de David Lean La hija de Ryan (1970); dando lecciones de interpretación en El confidente (1973), un extraordinario thriller dirigido por Peter Yates; encarnando a Phillip Marlowe en Adiós muñeca (1975) de Dick Richards; protagonizando la notable Yakuza (1975) de Sydney Pollack y trabajando con Elia Kazan en El último magnate (1976) junto a Robert De Niro y Tony Curtis. Su última aparición en el cine se produjo en “James Dean: Carrera contra el destino” (1997), biopic de James Dean (Casper Van Dien) en el que Robert interpretó al director George Stevens. Hasta el final de su vida, Mitchum intervino en proyectos televisivos, como la miniserie “Norte y Sur” (1985), y cinematográficos (apareció en el remake de “El cabo del terror” que estrenó Martin Scorsese en 1991), hasta que falleció a causa de un cáncer de pulmón en Santa Bárbara, California, el 1 de julio de 1997, cuando estaba a punto de cumplir los 80 años de edad. Fue incinerado. Era un hombre muy poco vanidoso (“Mantengo la misma actitud que cuando empecé, no he cambiado nada a no ser mi ropa interior”) que nunca se tomó muy en serio su posición de gran estrella de Hollywood (decía “las películas me aburren, especialmente las mías”), de postura indolente y mirada lánguida de pequeños ojos azules que hicieron de él, junto a su capacidad como intérprete, una de las más carismáticas personalidades del cine, personalidad que intentaron continuar en vano sus dos hijos, James y Chris Mitchum. Robert también tuvo una hija, a la que llamó Petrina.

CARTELES de las películas mencionadas:


























Fuente: alohacriticon.com

Imagen: pinterest.com

Carteles películas: filmaffinity.com/todocoleccion.net/imdb.com/cartelesmix.com


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